Córdoba 1971 - El "Viborazo"
Asalto a la cárcel de mujeres “El Buen Pastor” (Córdoba)
El año 1971 se había iniciado con un notable esfuerzo en la guerra psicológica por parte de las organizaciones subversivas, que manejaban una profusión de diarios y revistas . En medio de esta maniobra de penetración ideológica del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) , las fuerzas legales lograron una serie de detenciones, que causaron de alguna forma conmoción y afectaron moralmente a sus integrantes. El 13 de enero fue detenido en la ciudad de Córdoba, el principal operador político e íntimo de Santucho, “el gringo Menna”.
El 28 del mismo mes cayó presa la tucumana Clarisa Lea Place, estudiante de abogacía, antigua militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y una de las fundadoras de la estructura militar (ERP) donde desempeñó cargos de relevancia. Esta atractiva mujer mantuvo relaciones afectivas con Santucho, lo que le ocasionó no pocas complicaciones a éste.
El 11 de marzo la ciudad de Córdoba volvió a ser escenario de otro rudo golpe para el ERP. La policía hirió y detuvo a Ana Villareal (esposa de Santucho), cuando realizaba propaganda y repartía víveres - robados por la banda - en un barrio perimetral. Según María Seoane , en su libro “Todo o nada”, ..esto terminó de desesperar al jefe máximo del ERP llevándolo a organizar un grupo comando para rescatar a su esposa y a su amante junto con otras detenidas en la cárcel del Buen Pastor. El operativo demandó tareas de inteligencia previa, la cuidadosa preparación de los numerosos subversivos empeñados y la adecuada aplicación del factor sorpresa. La operación efectuada el 26 del mismo mes logró su cometido, dejando un saldo de tres defensores heridos . El suceso impresionó por la audacia de los agresores y el poder de convicción de Santucho sobre su gente para que le siguiera en una acción que, a todas luces, mostraba más un interés personal que el cumplimiento de un objetivo táctico o estratégico.
Para justificarlo, no dudó en sostener que: “el hecho de estar presa la mujer del comandante, colocaba a éste en una situación de inferioridad que podría limitar sus decisiones futuras”. Esta acción se llevó a cabo en medio de grandes tensiones políticas e institucionales, derivadas de la agitación social, conflictos sindicales y otros sucesos de contenido político-ideológico que caracterizaron a los sucesos en la ciudad de Córdoba que se denominaron el “ Viborazo”.
Intento de fusión de las organizaciones armadas peronistas.
La frustrada acción rural de Taco Ralo en 1968, llevó a que Perón quisiera aprovechar su efecto político. Desde su exilio en Madrid escribió a los “guevaristas” de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) agradeciendo en nombre de todo el movimiento, a los “valerosos compañeros que jugaban su vida” por los ideales que sostenían los peronistas, recalcando que el momento era para la lucha y no para la dialéctica.
Las FAP sacaron gran utilidad de ese documento, desplegando el argumento de que contaban con el total respaldo del “VIEJO”. Esto les permitió no sólo ser miradas con interés por ciertos ámbitos peronistas, sino que facilitó su tarea de trasvasamiento ideológico y de planificación para el intento de creación de una superestructura que pretendía unificar las principales organizaciones político-militares que se decían peronistas, centralizando las decisiones operativas, con la finalidad de acelerar y profundizar la guerra contra el Estado. Sin embargo, esas pretendidas “Organizaciones Armadas Peronistas”(OAP) , no pasaron de los papeles, pues las FAP que liderada la iniciativa ,con el transcurso de los meses perdieron su capacidad de maniobra hasta diluirse por detenciones y el pasaje de varios de sus grupos a otras organizaciones terroristas.
Si bien, durante el año 1971 realizó importantes secuestros, atentados a empresas y ataques a comisarías, (en algunos casos, en forma conjunta con las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias -FAR) , también sufrieron grandes e importantes bajas, incluyendo la deserción de una fracción destacada que se pasó a la recientemente aparecida Montoneros, a través de Rodolfo Walsh y Horacio Verbitsky.-
Sucesos insurrecciónales en Córdoba (El “viborazo”).
El mes de marzo de 1971, en medio de huelgas, asesinatos , secuestros y asaltos de las incipientes organizaciones terroristas subversivas, el gobernador de la provincia de Córdoba José Camilo Uriburo pronunció un discurso que dio pie para que el imaginario cordobés bautizara los acontecimientos que se avecinaban como El viborazo. Ello se debió a que entre otros conceptos, el referido funcionario, al referirse a la gravedad de los hechos cometidos por los subversivos expresó: “.... anida en nuestra provincia una víbora ponzoñosa a la que vamos a cortar la cabeza de un solo tajo”….
Mientras en Buenos Aires, refiriéndose a la agitación sindical, el dirigente José Ignacio Rucci efectuaba una fuerte protesta ante el incumplimiento de un aumento salarial prometido por el Dr. Aldo Ferrer, ministro de Economía de la Nación manifestando: “….las fuerzas laborales organizadas son las mejores aliadas de las Fuerzas Armadas y si los dirigentes no satisfacen los reclamos de las bases, corren el riesgo de ser reemplazados otros mas radicalizados… en ese caso todos podríamos quedar frente al mismo paredón de fusilamiento”.-
Como réplica, el 12 de marzo, la CGT cordobesa emitió una declaración donde reconocía que las jornadas que se vivían eran de un profundo contenido combativo y que constituían el primer paso en la programación que, desde Córdoba, se extendería a todo el país; aclarando mas adelante, que no se trataba de de un nuevo modo de protesta sino que era la muestra de un simbolismo de la nueva sociedad por la que estaban dispuestos a luchar.-
A nadie pasó inadvertido el peso ideológico de estas palabras, que además de intensificar los problemas en el seno de la clase obrera, desafiaban abiertamente al gobierno del Gral. Levingston que trataba de mostrarse dispuesto a actuar con mano firme ante cualquier tipo de hechos que se pudieran repetir en Córdoba, amenazando con la aplicación de la pena de muerte en todo el territorio nacional.-
Los enfrentamientos con las fuerzas policiales durante las marchas y manifestaciones ocurridas en esa provincia produjeron el efecto deseado por los activistas: durante la acción y consecuente represión, murió Alfredo Cepeda obrero de FIAT. Por primera vez aparecieron las banderas y estandartes de las organizaciones subversivas en las calles. El lunes 15 de marzo, mientras las guarniciones militares no definían su actitud frente a los acontecimientos, elementos combatientes del ERP se preparaban para atacar con dinamita y bombas “molotov” a los carros de asalto policiales; los sindicalistas ocupaban fábricas y plantas eléctricas; mientras que motociclistas encapuchados recorrían sistemáticamente las barricadas produciendo desmanes Una vez más, el barrio Clínicas , donde vivían gran cantidad de estudiantes, se convirtió en epicentro de los disturbios. Grupos identificados como pertenecientes a distintas organizaciones terroristas iniciaron desmanes y saqueos metódicos en los comercios y formaron un anillo en la zona que dificultó la acción policial . Entrada la noche, la aparición de francotiradores puso la nota dramática.- Se repetía la historia de los sucesos del “cordobazo” de 1969. Las primeras luces mostraron más de dos centenares de detenidos, decenas de heridos en los hospitales y la certeza de que se había consumado un nuevo ensayo insurreccional con activa participación de elementos subversivos,
En esta acción de tipo insurrecional de masas hubo algunas diferencias con las producidas durante el “Cordobazo”, que señalamos a continuación:
- Aceleración del ritmo revolucionario terrorista-subversivo.
- Menor repercusión pública.
- La participación estudiantil no tuvo tanta relevancia,
- Las organizaciones sindicales SITRAC- SITRAM se comprometieron abiertamente en los sucesos .
- Contenido ideológico mas intenso y definido.
- Mayor grado de daños y destrucción en la ciudad.
Otro hecho que influyó en el desarrollo de los sucesos, fue la retención de las fuerzas militares como consecuencia de las rivalidades políticas que se daban en el gobierno . A pesar de que los informes de inteligencia en todo momento y con suficiente antelación alertaban sobre la gravedad de la situación y los riesgos de su evolución, no se adoptaron las medidas preventivas adecuadas.
Las consecuencias del “Viborazo” trascendieron el ámbito provincial, donde renunció el gobernador, trasladándose al gobierno nacional donde luego de una serie de intrigas palaciegas Lanusse llegó al sillón presidencial.-
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