viernes, 19 de diciembre de 2008

B048- Atentado de Montoneros a la PFA, 23 muertos


Artefacto explosivo colocado en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal.

El día 2 de julio de 1976. en la citada repartición policial sita en la calle Moreno 1417 de la Capital Federal, en horas del mediodía, cuando el personal policial y civil almorzaba en el comedor, explotó una bomba dejada en el lugar por un militante de Montoneros que se había desempeñado como conscripto agente de policía, hasta la semana anterior.

El atentado fue planeado y dirigido por la estructura de Inteligencia de la Secretaría Militar a órdenes del escritor y asesino Rodolfo Walsh, “oficial primero” de Montoneros (NG) Esteban, quien además cubría en especial las funciones de “jefe del Departamento Fuerzas de seguridad y policiales” siendo superior de Horacio Vertbistky “oficial segundo” que lo hacía como “jefe de operaciones especiales y Policía Federal”.( Ver
B43-Atentado al Comandante del Ejército )

Se utilizó como medio ejecutor al “miliciano”José M. Salgado ( Ver
B35-Montoneros. Política de personal (con Anex ), quien al irse de baja de la Policía Federal no había devuelto la chapa de identificación, la que utilizó para entrar varias veces al lugar con un ataché particular para asegurarse que no iba a ser revisado.

Ese día, lo hizo con el artefacto explosivo entregado en persona por Walsh y el Secretario Militar de la “Columna Capital”, Marcelo Kurlat, “oficial mayor” alias Monra, con cinco kilogramos de exógeno y trescientos grandes clavos metálicos, configurado con un mecanismo de relojería. Luego de dejar el ataché en el piso, encargó dos platos de comida, ingirió el primero, simuló concurrir al baño del lugar y desde allí se retiró por la salida principal. Después esperó en la esquina que se produjera la explosión y posteriormente concurrió a la cita de control con su jefe Walsh para confirmar el trágico éxito obtenido en su misión.

La tremenda explosión mató en el momento a 20 personas dejando alrededor de 60 heridos , algunos muy graves. Como consecuencia del atentado, en días posteriores murieron 3 más. ( 23 muertos en total).

Oficial Ayudante Alejandro Castro.
Oficial Inspector David Ron.
Suboficial Auxiliar David Ezequiel Di Nuncio.
Sargento María Pérez Couto.
Sargento Juan Paulik.
Sargento Rafael Modesto Muñoz.
Sargento Bernardo Roberto Tapia.
Sargento Adolfo Chiarano.
Sargento Bernardo Zapi.
Sargento ( R ) Romualdo Rodríguez.
Cabo Primero Carlos Shand.
Cabo Elba Hilda Gazpio
Cabo Vicente Iore.
Cabo Ernesto Agustín Suani.
Cabo Genaro Bartolomé Rodriguez.
Agente Alicia Esther Lunati
Agente José Roberto Iacovello.
Agente Juan Carlos Blanco.
Agente Ernesto Alberto Martinzo.
Señorita Josefina Cepeda ( Visita).
Supernumerario Ramón Arias. ( Falleció el 7 de julio).
Sargento Martha Olga Pérez de Bravo. ( Falleció el 9 de julio).
Oficial Ayudante Héctor A. Castro. ( Falleció el 11 de julio).

De acuerdo a lo expresado en la sentencia del juicio a los “Comandantes”, causa 13, el asesino Salgado fue capturado en marzo de 1977 por la ESMA ( Escuela Mecánica de la Armada) y su cadáver acribillado a balazos fue, meses después, entregado a la familia.

Muerte de Santucho y otros miembros de la cúpula del PRT-ERP.

El 19 de julio de 1976, los diarios informaban sobre los reveses sufridos por esta organización política armada terrorista. Se habían descubierto dos imprentas ( en Bs As y en Córdoba) y un archivo en el Partido Tres de Febrero de la Pcia de Buenos Aires.

Roberto Santucho, Benito Arteaga , junto con Liliana Delfino (pareja del primero) y Liliana Lanzilloto de Menna, estaban en un departamento alquilado (3ro A), en la calle Venezuela 3145 de Villa Martelli, próxima a la unión de la avenida Gral Paz con Panamericana. Preparaban la ida de Santucho y su pareja a Cuba donde iban a tener protección para continuar conduciendo la guerra revolucionaria en la Argentina. Alrededor de las 13 horas , Liliana Delfino se ausentó para ir a buscar en una financiera amiga la cantidad de u$s 500.000 ( quinientos mil) para llevar en el viaje, prometiendo regresar antes de las 15 horas.

Mientras tanto, ese mismo día, el capitán Juan Carlos Leonetti (con tres agentes), perteneciente al Batallón de Inteligencia 601, recibía la orden de investigar un remito por el alquiler de un nebulizador en una farmacia de Villa Martelli sita en el Gran Bs As que había sido encontrado entre las pertenencias de. Domingo Menna, jefe del Buró Politico del PRT, capturado horas antes .De las averiguaciones, surgió una dirección y la descripción del sujeto que coincidía con “el Gringo” Menna , por lo que se decidió concurrir rápidamente al lugar sin pedir refuerzos, en la creencia que la casa estaría ocupada sólo por su pareja y tenían temor que escapara con documentación importante si se demoraban.

Ya en el lugar se interrogó al encargado del edificio sobre cuántas personas vivían en el departamento 3ro A, recibiendo como respuesta que era una pareja sin chicos, por lo que, Leonetti, decidió subir por la escalera con su gente para apresar a los subversivos terroristas.

Frente al departamento y aprestados, tocó el timbre. La mujer de Menna abrió la puerta y Leonetti terminó de abrirla de una patada que hizo caer a la terrorista e inmediatamente entró con sus armas apuntando a los dos hombres que se encontraban en el living.

Santucho, al apreciar que los atacantes no venían con refuerzos y que no lo habían reconocido, intentó ofrecerles dinero, pero el capitán lo hizo callar. Después de unos minutos , sorpresivamente, el jefe del PRT-ERP de un salto y con un violento empellón sorprendió a Leonetti tomándole el cañón de la pistola ametralladora y trabándose en lucha mientras salían los disparos del arma que terminaron hiriendo de muerte a los dos.

Arteaga, el otro terrorista, intentó aprovechar el momento y se avalanzó para tomar un arma , pero fue muerto de cuatro disparos por uno de los agentes del Batallón de Inteligencia que ya había pedido refuerzos por teléfono. Santucho estaba muerto de once disparos y el capitán gravemente herido con varios disparos en la parte de la cintura hacia abajo, que luego le producirían la muerte.

Minutos después, sonó el timbre y apareció Liliana Delfino, que regresaba del banco. Fue apresada y a gritos identificó a los muertos, con la sorpresa de los presentes. Paradoja del destino: el capitán Leonetti nunca supo que había matado al Secretario General del PRT y “Comandante en Jefe” del ERP, horas antes de escapar del país para continuar su acción desde Cuba.

El único que se escapó fue Gorriarán Merlo quien, luego se supo, estaba en un departamento del primer piso. También habían huído los encargados de la seguridad de Santucho que habitaban el cuarto piso, sin intervenir y dejando a sus jefes librados a su suerte.

FIN DEL BOLETÍN Nro 48.

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Es una serie informativa sobre acontecimientos de nuestro pasado reciente , destinado principalmente a quienes no los vivieron y para los que los olvidaron .
Su exposición no busca polemizar ni agraviar , sino lograr la concordia a través de la verdad y la equidad en el tratamiento de los dramáticos sucesos vividos en la década del 70 que vienen siendo parcializados y distorsionados mediante una campaña de mentiras y desinformación interesada.