Ilegalización del ERP.
Mediante Decreto Nro 1454 publicado en Boletín Oficial del 25 de septiembre de 1973, el gobierno constitucional del Dr Lastiri ( Había asumido luego de la renuncia del Dr Cámpora y llamado a nuevas elecciones con la presencia como candidato del Tte Grl Juan Domingo Perón), declaró ilegal la actividad del Ejército Revolucionario del Pueblo por ser una asociación ilícita por ejercer la violencia y configurar sus miembros el delito de sedición.
Decreto del Poder Ejecutivo Nacional que ordena al Ejército entrar en operaciones en Tucumán.
En junio de 1974 el ERP publicó en su periódico “El Combatiente”, … “La nueva etapa del desarrollo de la lucha revolucionaria indica como tarea más importante en el terreno militar, la generalización de la guerra a todo el ámbito del país ……Para ir destruyendo paulatinamente a la fuerza oponente, se necesita constituir un ejército popular de carácter regular. Ese es el objetivo de la iniciación de la guerrilla rural. ……que disputen el terreno y logren en determinado lapso la existencia de bases de apoyo y posteriormente, de zonas liberadas” ( Las que podrían solicitar el reconocimiento internacional como territorio propio y pedir refuerzos de otros países ).
A fines de 1974 y ante las acciones de los grupos guerrilleros del ERP que actuaban hacía unos meses en la selva del SO de Tucumán y que habían sobrepasado las capacidades de las fuerzas de seguridad y policiales en su responsabilidad de proteger los bienes públicos y privados, el gobierno constitucional decidió emplear el Poder Militar para combatirlos.
En enero de 1975 comenzaron los estudios en el Estado Mayor General del Ejército , los que aprobados por el Ministro de Defensa permitieron efectuar el planeamiento de la operación con la intervención del Tercer Cuerpo de Ejército sito en Córdoba y la 5ta Brigada de Infantería con asiento en Tucumán. El 5 de febrero, el Poder Ejecutivo Nacional dictaba el Decreto Nro 261, que tenía 6 artículos.
El 1ro de ellos ordenaba al Comando General del Ejército ejecutar las operaciones necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que actuaban en Tucumán.
El 2do y 3ro ordenaban al ministro del interior colocar bajo control operacional del Ejército la Policía Federal necesaria y la Policía de la Provincia.
El 4to ordenaba al Ministro de Defensa ( Dr Sabino) que los Comandos Generales de la Armada y de la Fuerza Aérea, prestaran apoyo al Ejército, a requerimiento.
El 5to disponía que el Ministerio de Bienestar Social diera el apoyo de acción cívica que fuera necesario.
El 6to ordenaba a Prensa y Difusión de la Presidencia la ejecución de las operaciones de acción sicológica que le fueran requeridas.
Firmaban el Decreto: la señora Presidente de la Nación y los ministros Benitez, Rocamora, Savino, López Rega, Ivanisevich, Gómez Morales, Vignes y Otero.
Iniciación de la “ Operación Independencia” en la provincia de Tucumán.
El 9 de febrero de 1975, el Ejército Argentino, en cumplimiento de la misión impuesta por el poder político, comenzó la operación de acuerdo al planeamiento realizado. En forma sintética, la misma consistía en hacer un cerco para evitar la fuga, aislando a los efectivos de la autodenominada “Compañía Ramón Rosa Jiménez” del ERP y posteriormente, en una segunda etapa, incursionar en el monte en la dirección E-O para aniquilar al enemigo.
La zona a cercar, ubicada al SO de la capital, estaba encuadrada por los siguientes límites : Norte (Río Lules) Sur (Río Pueblo Viejo ) Este ( Ruta 38 que comunica a Tucumán con Concepción) y Oeste ( La Sierra del Aconquija ).
El Comandante de la 5ta Brigada de Infantería, el general Acdel Vilas, al asumir como jefe de la Operación Independencia juró “exterminar a los apátridas, empleando métodos no convencionales de lucha” ……. Ninguna autoridad nacional ni provincial estuvo en desacuerdo con estas palabras que estaban anunciando la metodología a emplear para aniquilar al enemigo terrorista .
Inicialmente las tropas empeñadas pertenecieron a la 5ta brigada de Infantería con refuerzos de aviación de Ejército y del Comando del Tercer Cuerpo , pero posteriormente fueron incrementadas por distintas unidades del país y puesto en vigencia un sistema de rotación entre las mismas. Las primeras actividades fueron de reconocimiento y adaptación al terreno de monte, de censo y control de las poblaciones de la zona, de inteligencia ( los guerrilleros habían cometido algunos asesinatos para inducir a no colaborar con las fuerzas legales) y también de apoyo sanitario.
Es necesario tener en cuenta que en este tipo de guerra, es básico concientizar al lugareño del por qué de la lucha y ganar su confianza para que pierda temor al accionar y la capacidad de los guerrilleros y sus apoyos urbanos ( que trataban de evitar que la población denunciara sus movimientos, sus depósitos e incluso los identificara ante las fuerzas legales, intimidándolos mediante amenazas y asesinatos).
Primer enfrentamiento en el monte. Muerte del Tte 1ro Héctor Cáceres.
El 14 de febrero, después de una marcha de reconocimiento de un Equipo de Combate perteneciente a la Fuerza de Tareas “Chañi”( equivalente a una Unidad de combate) a órdenes del Tte 1ro Cáceres , el teniente Ritcher que marchaba en la vanguardia del dispositivo , divisó un guerrillero lanzándose en su persecución sin advertir que era una emboscada. Desde distintos ángulos le dispararon hiriéndolo gravemente , por lo que Cáceres se abalanzó a socorrerlo intentándolo sacar del lugar. En ese momento, un disparo lo hirió gravemente mientras ordenaba el ataque. El combate finalizó con el Tte 1ro muerto, 2 oficiales y un suboficial herido ( El teniente Rodolfo Richter grave) que fueron evacuados por un helicóptero cuyo piloto, el capitán Grandineti, realizó una arriesgada maniobra para tal fin.
Debido a la orden de Cáceres que los oficiales y suboficiales marcharan en el monte a la cabeza de las fracciones, ningún soldado fue herido. Los guerrilleros Héctor E. Toledo (nombre de guerra-NG-Daniel) y Víctor P. Laser (NG Tito) también murieron en el enfrentamiento . Esta acción fue conocida como “el combate de Río Pueblo Viejo”. Por su desempeño valiente y decidido Cáceres fue ascendido post-morten a capitán y la Fuerza de Tareas Chañi pasó a llamarse “Capitán Cáceres”. Las secuelas de las heridas del teniente Richter hicieron que el mismo, hasta hoy, se movilice en una silla de ruedas.
Otros muertos en el combate con la guerrilla del ERP en Tucumán.
Si bien en otros boletines, más adelante serán tratados otros acontecimientos en el monte de Tucumán, para dar un noción de las bajas, adelantamos que hubo en toda la Operación 43 muertos del Ejército . De ellos 31 fueron cuadros ( 22 oficiales y 9 suboficiales ) y 11 soldados conscriptos.
Algunas consideraciones relativas a la Operación Independencia .
A pesar de la dificultad del combate en el monte en un terreno poco conocido , la abnegación, el sacrificio, la valentía y el espíritu de cuerpo de oficiales, suboficiales y soldados conscriptos permitió, junto con el adecuado planeamiento y conducción en todos los niveles de comando , finalizar el cumplimiento de la misión encomendada por el poder político, en un año y algunos meses.
Debe señalarse que el Comandante en Jefe del Ejército dispuso que debía intervenir en la operación la mayor cantidad posible de oficiales y suboficiales de la fuerza, mediante un sistema de rotación cada dos o tres meses de acuerdo a las necesidades del servicio. De resultas de ello más de las tres cuartas parte de los cuadros de la época operaron en Tucumán contra los insurrectos, a los que se aniquiló de acuerdo a la orden recibida.
Los soldados conscriptos merecen una especial consideración ya que pusieron un espíritu de sacrificio singular, una férrea resistencia a la fatiga y una lealtad ejemplar. Desde el inicio de las operaciones, sobraban los voluntarios para concurrir con sus oficiales y suboficiales a las misiones más riesgosas , lo que decía de su valor y convencimiento por la causa por la cual luchaban. En una de esas misiones de actividades de patrullaje, el 17 de octubre, en proximidades de Los Sosas, una sección fue emboscada perdiendo la vida 5 (cinco) de los soldados conscriptos que la componían. Este hecho, a pesar de su dramatismo , no influyó en el ánimo de nuestros soldados los que henchidos de valentía y patriotismo continuaron ofreciéndose como voluntarios, en cantidades que superaban las necesidades.
Con respecto a los guerrilleros que actuaban en el monte , a medida que se les cortaban las vías de abastecimiento mediante el cerco y la eliminación de los “partisanos” terroristas que actuaban en la ciudad en su apoyo, se vieron cada vez más aislados de la población y tuvieron que arriesgarse en acciones que los fueron desgastando cada vez más, disminuyendo su moral de combate a pesar del esfuerzo propagandístico del ERP para elevar su espíritu.
FIN DEL BOLETIN Nro 30.
Otros muertos en el combate con la guerrilla del ERP en Tucumán.
Si bien en otros boletines, más adelante serán tratados otros acontecimientos en el monte de Tucumán, para dar un noción de las bajas, adelantamos que hubo en toda la Operación 43 muertos del Ejército . De ellos 31 fueron cuadros ( 22 oficiales y 9 suboficiales ) y 11 soldados conscriptos.
Algunas consideraciones relativas a la Operación Independencia .
A pesar de la dificultad del combate en el monte en un terreno poco conocido , la abnegación, el sacrificio, la valentía y el espíritu de cuerpo de oficiales, suboficiales y soldados conscriptos permitió, junto con el adecuado planeamiento y conducción en todos los niveles de comando , finalizar el cumplimiento de la misión encomendada por el poder político, en un año y algunos meses.
Debe señalarse que el Comandante en Jefe del Ejército dispuso que debía intervenir en la operación la mayor cantidad posible de oficiales y suboficiales de la fuerza, mediante un sistema de rotación cada dos o tres meses de acuerdo a las necesidades del servicio. De resultas de ello más de las tres cuartas parte de los cuadros de la época operaron en Tucumán contra los insurrectos, a los que se aniquiló de acuerdo a la orden recibida.
Los soldados conscriptos merecen una especial consideración ya que pusieron un espíritu de sacrificio singular, una férrea resistencia a la fatiga y una lealtad ejemplar. Desde el inicio de las operaciones, sobraban los voluntarios para concurrir con sus oficiales y suboficiales a las misiones más riesgosas , lo que decía de su valor y convencimiento por la causa por la cual luchaban. En una de esas misiones de actividades de patrullaje, el 17 de octubre, en proximidades de Los Sosas, una sección fue emboscada perdiendo la vida 5 (cinco) de los soldados conscriptos que la componían. Este hecho, a pesar de su dramatismo , no influyó en el ánimo de nuestros soldados los que henchidos de valentía y patriotismo continuaron ofreciéndose como voluntarios, en cantidades que superaban las necesidades.
Con respecto a los guerrilleros que actuaban en el monte , a medida que se les cortaban las vías de abastecimiento mediante el cerco y la eliminación de los “partisanos” terroristas que actuaban en la ciudad en su apoyo, se vieron cada vez más aislados de la población y tuvieron que arriesgarse en acciones que los fueron desgastando cada vez más, disminuyendo su moral de combate a pesar del esfuerzo propagandístico del ERP para elevar su espíritu.
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