Boletín de fecha 29 de mayo de 2009
Temas desarrollados
Antecedentes sobre la modificación de la Constitución para obtener el 2do mandato.
El camino al pacto:
El acuerdo “de Olivos” y el posterior acuerdo complementario “de la Rosada”:
La ley 24.309. Cuestionamientos a su constitucionalidad.
Consideraciones acerca del “Pacto de Olivos”.
Menem logró su reelección.
Consideraciones generales (sobre ambos períodos de gobierno del Dr Menem)
REFLEXION
Antecedentes sobre la modificación de la Constitución para obtener el 2do mandato.
Aprovechando la popularidad alcanzada por el Dr. Alfonsin por ser el primer presidente constitucional al volver a la democracia y también por su política de DDHH (mediante una gran campaña de acción psicológica nacional e internacional), en 1986 se gestó una corriente de opinión que se denominó “Tercer Movimiento Histórico” (Irigoyen – Perón – Alfonsín) que tenía como finalidad la perpetuación en el poder de Alfonsín para lo cual era necesaria una reforma constitucional, ya que el texto vigente le vedaba esa posibilidad. Previamente y con objetivo similar se había dictado el Decreto 2446/85 que creó un organismo denominado Consejo para la Consolidación de la Democracia. Este Consejo elaboró un dictamen en 1986 y luego otro en 1987, en los cuales se abogaba por la reelección presidencial. La hiperinflación, con sus consecuencias económico-sociales terminó con las aspiraciones reeleccionistas y el proyecto se abandonó.
El camino al pacto:
El Dr. Menem, que había asumido en 1989, para el año 1993 había logrado contener la hiperinflación. Con el prestigio y confianza obtenidos ante la población por ese hecho, intentó a su vez lograr la reelección presidencial vía reforma constitucional. En 1991 la UCR estaba en pleno retroceso y en las elecciones legislativas de ese año sólo alcanzó el 29% de los votos. Alfonsín tuvo que renunciar a la presidencia del Comité Nacional siendo reemplazado por Mario Losada. Ese partido, en su carácter de oposición, y cambiando su postura anterior, se oponía a apoyar la modificación constitucional para aprobar la reelección presidencial en el Congreso Nacional (para lograr la declaración de la “necesidad de la reforma” se necesita los 2/3 de los votos de ambas cámaras legislativas, votos que en ese momento el Partido Justicialista (PJ) no alcanzaba).
Menem inició entonces una campaña destinada a lograr esa reforma constitucional necesaria para cumplir con su objetivo. Obtuvo progresivamente el apoyo de los gobernadores radicales Eduardo Angeloz (Córdoba) Carlos Maestro (Chubut) y Horacio Massaccesi (Río Negro) y algunos diputados de la UCR. Sin embargo continuaba la oposición del propio Alfonsín junto a De la Rúa, Federico Storani y otros legisladores. El 8 de julio de 1993, el representante por la Unión del Centro Democrático (UCEDE) aliada del PJ, Dr. Durañona y Vedia, presentó un proyecto reformista en el Senado que alcanzó los votos necesarios. En la Cámara de Diputados no alcanzó los 2/3 constitucionales para su aprobación. Menem entonces dictó el Decreto 2181/93 (21 Oct), por el cual se llamaba a una “consulta popular, voluntaria y no vinculante, sobre la necesidad de la reforma”, a realizarse un mes después.
El 12 de noviembre se reunió la Convención Nacional del Radicalismo en el Parque Norte, en donde se debía elegir presidente del Comité Nacional, cargo que Alfonsín disputaba con Storani y De la Rúa, decidiendo la misma y con el apoyo de 64 delegados que Alfonsín volviera a la titularidad.
El acuerdo “de Olivos” y el posterior acuerdo complementario “de la Rosada”:
En tanto el dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia y el peronista Luis Barrionuevo iniciaron los primeros pasos para facilitar el acercamiento. El 4 de noviembre de ese año, en forma secreta se reunieron en el departamento del Canciller Dante Caputo, Alfonsín (acompañado por Nosiglia y Mario Losada) y Menem que concurrió con Eduardo Duhalde, Luis Barrionuevo y Eduardo Bauzá. De esta forma se iniciaron las tratativas de la tan discutida reforma. 10 días después, Menem y Alfonsín, cerraron el acuerdo que se conoció como “pacto de Olivos”. Posteriormente el Dr. Alberto García Lema por el PJ y Ricardo Gil Lavedra por la UCR le dieron el contenido jurídico. El 15 de noviembre, por Decreto 2339/93, se suspendió la consulta popular ya expresada.
El 13 de diciembre de 1983 Menem como presidente del PJ y Alfonsín como presidente del Comité Nacional del Radicalismo, suscribieron un acuerdo llamado “de la Rosada”, que complementaba el “pacto de Olivos” con el objeto de prever la modalidad de la Convención Constituyente.
El acuerdo de Olivos, base de la reforma, constaba de tres partes:
El núcleo de las coincidencias básicas.
Temas habilitados a debatir libremente en la Convención Constituyente
Modalidades e instrucciones del pacto
El núcleo de las “coincidencias básicas” desarrollaba las acciones a ejecutar y texto a consignar relacionados con los siguientes temas:
Atenuación del sistema presidencial.
Reducción del mandato de presidente y vicepresidente de la Nación a 4 años con reelección. inmediata por un solo período, considerando el actual mandato presidencial como un primer período.
Coincidentemente con el principio de libertad de cultos se eliminará el requisito confesional para ser presidente de la Nación.
Elección directa por doble vuelta del presidente y vicepresidente.
La elección directa del intendente y la autonomía de la ciudad de Buenos Aires.
Regulación de la facultad de dictar decretos de “necesidad y urgencia” y procedimientos para agilización del trámite de discusión y sanción de las leyes.
Creación del Consejo de la Magistratura.
Designación de magistrados federales.
Remoción de magistrados federales.
Control de la Administración Pública.
Establecimiento de mayorías especiales para la sanción de leyes que modifiquen el régimen electoral y de los partidos políticos.
Intervención Federal.
La Ley 24.309 . Cuestionamientos a su constitucionalidad.
El texto del pacto de Olivos fue presentado al Congreso como proyecto legislativo y fue legalizado como Ley 24309 promulgada el 29 de diciembre de 1983 y publicada el 31 de diciembre en el BO. Su contenido fue reputado de inconstitucional por la mayoría de los más destacados tratadistas de derecho constitucional de entonces debido a que imponía a los constituyentes un paquete cerrado de reformas determinadas y no permitía que se efectuaran modificaciones a otros artículos o temas, bajo pena de nulidad (art. 6º). Entre estos juristas estaban: Linares Quintana, Aja Espil, Roberto Vanossi, Luis Alberto Spota, Gregorio Badeni, Miguel Padilla, Pedro Frías, Iván Cullen, Néstor Pedro Sagues: “Esta invasión del poder “pre constituyente” sobre el “poder constituyente” era la vulneración abierta de los precedentes constitucionales y sólo tenía por finalidad asegurar la reelección presidencial.” . Se habló entonces de la “Constitución prisionera” (Miguel Padilla) o la “Convención cerrojo” (Pedro Frías).
La convocatoria y sanción de la reforma.
La votación para elegir los constituyentes se hizo de acuerdo al Código Nacional Electoral. Del total de electores hábiles (21.644.991) votó el 77,52% para elegir 305 convencionales. Del resultado y por porcentaje correspondieron 134 al peronismo, 74 al radicalismo, 31 al Frente Grande, 21 al Movimiento por la Dignidad y la Independencia (MODIN), 7 a Fuerza Republicana, 3 al Partido Demócrata Progresista, otros 3 a la Unión de Centro Democrático (UCEDE) y 32 a partidos de distrito.[]
Entre los convencionales estaban: Elisa Carrió, Raúl Alfonsín, Álvaro Alsogaray, Carlos "Chacho" Álvarez, Carlos Auyero, Eduardo Barcesat, Rodolfo Barra, Antonio Berhongaray, Alfredo Bravo, Leopoldo Bravo, Oraldo Britos, Antonio Cafiero, Juan Pablo Cafiero, Carlos Corach, Adelina Dalesio de Viola, Jorge de la Rúa, Enrique de Vedia, Francisco Delich, Eduardo Duhalde, Cristina F. de Kirchner, Augusto José María Alasino, Graciela F. Meijide, María Cristina Guzmán, Aníbal Ibarra, César Jaroslavsky, Norberto Laporta, Juan C. Maqueda, Héctor Masnatta, Diago May Subiría, Eduardo Menem, Alberto Natale, Alicia Oliveira, Enrique Paixao, Alberto Piccinini, Adriana Puiggrós, Luis Rébora, Jorge Pedro Busti Carlos A. Reutemann, Aldo Rico, Jesús Rodríguez, Adolfo Rodríguez Saa, José Romero Feris, Horacio Rosatti, Elba Roulet, Fernando "Pino" Solanas, Héctor Tizón, Eugenio Zaffaroni, Néstor Carlos Kirchner y Mauro Aguirre.
Finalmente, luego de sesionar desde el 25 de mayo de 1994 en las ciudades de Paraná y Santa Fe (esta última sede tradicional de varias convenciones constituyentes) durante tres meses, terminaron por reformar 43 artículos. La reforma de la Constitución fue sancionada el 22 de agosto de ese año. La Constitución Nacional pasó de tener 110 artículos a 129 , además de crecer otros en extensión. Los nuevos Derechos y Garantías se transcribieron como la segunda parte y abarcaron desde los artículos 36 al 43.
La motivación que impulsó la reforma.
El Dr. Alberto Natale, prestigioso constitucionalista , ex diputado y constituyente, se expresó así respecto del Pacto de Olivos:
“La reelección presidencial fue históricamente una idea reñida con el constitucionalismo argentino. La Constitución de 1853 la excluyó expresamente, en función del rechazo causado por las sucesivas reelecciones de Juan Manuel de Rosas. El precepto que fijaba en 6 años la duración del período presidencial, admitía que el titular del PE, recién pudiera aspirar a una nueva presidencia después de pasado un lapso completo de 6 años de cumplida su primera gestión. Este principio fue adoptado por todas las provincias argentinas que sancionaron sus respectivas constituciones con relación a los gobernadores. En 1949 el general Perón impulsó una reforma para permitir su reelección, conseguida efectivamente en 1952. La Revolución que lo derrocó en 1955 convocó a una nueva Convención Constituyente en 1957, la que ratificó la derogación de la Constitución de 1949, restableciéndose el principio de no reelección […] La reforma constitucional de 1994 fue impulsada por objetivos muy precisos. Básicamente se quería la reelección presidencial…”
Consideraciones acerca del “Pacto de Olivos”.
a) En el mismo se observan políticamente dos objetivos cumplidos por los líderes que pactaron: Menem obtuvo la posibilidad de su reelección y Alfonsín logró imponer sus ideas tendientes a disminuir el poder del sistema presidencialista y al mismo tiempo sobrevivir políticamente luego del calamitoso final de su gobierno
b) Debido al descontento popular sobre el pacto de Olivos crecieron los simpatizantes del Frente Grande, que se ubicó tercero con 31 convencionales y el Modín (Movimiento por la Dignidad y la Independencia), que en las elecciones a legisladores de 1993 había logrado erigirse en la tercer fuerza política, quedó cuarto con 21 convencionales.
c) Las consecuencias negativas de este pacto afectaron en mayor medida a la UCR, hecho que se comprobó en las elecciones presidenciales de 1995 en las que obtuvo sólo el 17% de los sufragios y por primera vez pasó a ocupar el tercer puesto detrás del FREPASO (Frente País Solidario).
d) Las limitaciones - para muchos, anticonstitucionales - impuestas a los convencionales constituyentes sobre la base de los intereses de los dos partidos mayoritarios, que fueran aceptadas por la mayoría de sus integrantes, le restaron legitimidad al proceso de la reforma constitucional y provocaron, una vez más, la desconfianza de la opinión pública.
e) El mayor beneficiado fue Menem, que logró tener un segundo período presidencial no previsto antes en la Constitución Nacional.
Menem logró su reelección.
La Ley 24444 introdujo los cambios necesarios para modificar el Código Nacional Electoral y cumplir con “la Reforma Constitucional” (tema a tratar en el próximo boletín) a efectos de hacer la elección directa de presidente. Las elecciones se realizaron el 14 de mayo de 1995 resultando neto ganador el binomio Carlos S. Menem - Carlos Ruckauf del PJ (49,9%) sobre José Bordón – Carlos Álvarez de la coalición FREPASO (29,3%) y Horacio Masaccessi – Antonio M. Hernández de la UCR (17%).
Al respecto Alain Touraine escribía: “La reelección de Menem es el precio que pagó la población argentina por la estabilización económica”.
Como expresamos en el anterior boletín, durante la primera presidencia de Menem, los cambios estructurales realizados en el campo económico dieron lugar en la Administración Pública y en la empresa privada a un desempleo y subdesempleo notables; despidos; bajas de salarios; etc. La política de los sindicatos fue más bien de negociación, defensiva y de resultados limitados. Flexibilizando sus posiciones en sus relaciones laborales pudo mantener su influencia en las áreas de las empresas sindicales, obras sociales, mediante el financiamiento de sus estructuras administrativas (burocracia sindical) y ofrecer incentivos selectivos a sus afiliados. La pertinaz oposición de los sectores gremiales que hubo durante el gobierno radical, dio paso a tibias quejas superficiales y acuerdos subterráneos.
Las organizaciones empresariales, en general, estuvieron de acuerdo con las medidas económicas, teniendo el gobierno de Menem mayor campo de maniobra porque más allá de su estilo personal, el presidente representaba la tan ansiada apertura económica.
Una característica de ese gobierno, desde un principio, fue que desarmó la estructura de controles que el Estado había desplegado para proteger a los ciudadanos del mal uso de los bienes y recursos por parte de los funcionarios . Desde la ampliación de la Corte Suprema de 5 a 9 miembros colocando aquéllos que le fueran leales a sus necesidades políticas, hasta las remociones del Procurador General, Procurador del Tesoro, del Inspector General de justicia , del personal de la Fiscalía de investigaciones Administrativas y la modificación del Tribunal de Cuentas, fueron todas acciones planeadas en ese sentido. El dominio de estas instituciones de control, y el nombramiento de nuevos jueces federales que le eran “obedientes” a las sugerencias y necesidades del gobierno, como lo fueron antes con los gobernantes de facto, le permitieron a Menem sortear todos los límites para afirmarse en el poder político y económico sin mayores contratiempos legales.
Muchos de sus principales colaboradores participaron o estuvieron sospechados de negociados que tiñeron de dudas y desprestigiaron este segundo mandato, alguna de cuyas medidas económicas fueron muy discutidas, y hoy lamentadas. La más desacertada acción de gobierno fue privatizar YPF, la empresa petrolera más importante de Sudamérica, debido a su mala administración ( En manos privadas, de 55.000 empleados, pasó a administrarse con 5.000). No cuestionamos la privatización en sí misma, sino la falta de controles del Estado sobre un recurso estratégico no renovable, que debiera conducir indistintamente, sea estatal o privado. En esta privatización tuvo importante ingerencia el futuro presidente Kirchner – a la sazón gobernador de Santa Cruz - por las ventajas que se establecían para su provincia por las regalías petroleras.
El país profundizó su crisis de endeudamiento externo. En conjunto, la deuda externa argentina se disparó en la década del 90. Frente a los poco más de 60.000 millones de dólares con los que inició su gestión el gobierno de Menem, en 1998, ascendía a 144.197 millones de dólares, de los cuales 23.607 millones correspondían a deudas de bancos locales con el exterior y 81.011 millones a la deuda pública asumida y/o contratada por le Estado nacional, mientras que el resto son los 40.000 millones de dólares de los privados no financieros. El fuerte incremento de la deuda no sólo se puede constatar al efectuar la comparación de los totales entre finales de una década y otra sino, y principalmente, por la relación entre su ritmo de aumento y el promedio de crecimiento de la economía y la exportación. Debe considerarse además que, según expresaba el gobierno, lo recaudado por la venta de los activos nacionales de muy alto valor, eran para ir pagando la deuda externa.
También debe recordarse que la “idea fija” de Menem de tener un tercer período de gobierno ya comenzó a ponerse en evidencia por distintos medios y argumentos y fue la causante del crecimiento del gasto público y consecuente mayor endeudamiento para hacer frente a sus necesidades, que provocó una repulsa a su gestión.
En las elecciones a presidente de 1999 ganó la “Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación” (compuesta por varios partidos pequeños y 2 mayoritarios: la UCR y el FREPASO) con la fórmula Fernando de la Rúa - Carlos Álvarez (48,5%) de los votos. quedando 2do, el PJ con Eduardo Duhalde-Ramón Ortega (38,09) de los votos.
El 10 de diciembre Carlos Saúl Menem entregó su gobierno y fue elegido presidente del Partido Justicialista hasta el año 2003.
Consideraciones generales (sobre ambos períodos de gobierno del Dr Menem)
Menem fue un gobernante atípico dentro del PJ, que fabricó una imagen caudillesca, nacionalista y popular que luego, merced a su pragmatismo, fue mutando por otra más moderna con la adopción de medidas acordes con los nuevos vientos que soplaban en el mundo.
Dotado de un lenguaje sencillo, simpatía, una personalidad magnética y capacidad para elegir a sus colaboradores, logró estabilizar la economía mediante el freno total de la inflación – cáncer argentino desde muchos años atrás – durante sus mandatos.
Cambió el sistema financiero fijando la paridad del peso argentino con el dólar con lo que generó un clima de tranquilidad económica al detener la inflación que resultó un aumento del nivel de vida de la población en general, parte de la cual inició un importante turismo hacia el exterior.
Esa política del “1 a 1” perjudicó a ciertos exportadores y distintas “PYMES” que no decidieron modernizarse y mejorar su competitividad, teniendo que cerrar sus negocios.
También reapareció el crédito para individuos y empresas lo que tuvo una gran repercusión económico-social beneficiando a la población.
Por otro lado, su política de desestatización de empresas y servicios públicos e incluso de la industria pesada para la Defensa Nacional ocasionó una importante desocupación.
Desde el inicio se mostró con interés de lograr la pacificación nacional (indultos) aunque las leyes relacionadas con el tratamiento de las víctimas de la guerra interna – siguiendo el mismo pensamiento de los demás partido políticos – no fueron equitativas. (Ej. destinó hasta la suma de $ 4.000 millones - equivalentes a dólares - en concepto de resarcimiento por desapariciones forzadas de personas a los que se agregó los terroristas abatidos, sin ponderar la causa de tales hechos criminales. Tales subsidios no fueron otorgados a las víctimas del terrorismo subversivo).
No obstante lo expresado impuso un clima de libertad y concordia que hacía mucho no se vivía en el país.
Modificó de cuajo la política internacional sacando nuestro país del “bloque de los no alineados” o del “Tercer Mundo” y alineándose con la primera potencia mundial : EEUU. También firmó tratados con Gran Bretaña que favorecieron a esta última en el dominio aéreo y marítimo del Atlántico Sur. También firmó el tratado de No Proliferación de Armas nucleares el 15 Sep 95.
Concretó la creación del Mercosur mediante el “Acta de Asunción” del 26 de marzo de 1991, que permitió quintuplicar el comercio argentino con Brasil.
Su relación con las FFAA tuvo la particularidad de mostrarse en lo formal amigable, pero nefasto en la aplicación de la política de Defensa Nacional, que llevó a la destrucción de la industria militar y la paralización de la investigación y desarrollo, incluso en el área de energía atómica. Con la anulación de la ley de servicio militar (actitud acompañada por los otros partidos políticos) condenó al país a no tener reservas y a llevar a la más mínima expresión la capacidad de movilización y logística. Las consecuencias de esta medida fue. además la pérdida de control y mejora sobre los grupos sociales de bajo nivel económico, con dificultades para acceder a la educación primaria y niveles sanitarios adecuados, además de perderse la oportunidad de socializar a una clase de jóvenes conscriptos mediante la convivencia de distintos grupos socio-económicos que les permitía integrarse, aprender, ser y sentirse "ciudadanos".
Incrementó notablemente la deuda externa a la que se le adosó la de los bancos y empresarios privados que pasaron a formar parte del mayor problema público de los argentinos.
Fue el primer presidente que se desprendió espontáneamente de los medios de comunicación social mediante privatizaciones que produjeron una libertad de prensa desconocida hasta ese momento.
Con respecto a su relación con el Poder Judicial fue un evidente dominio, ya que la Corte Suprema de Justicia de la Nación era adicta al PE y además controlaba a un importante número de jueces federales, y a los debían supervisar los resortes de su gestión, razón por la cual una interminable lista de irregularidades y delitos de orden económico quedaron impunes en aquel momento y, una vez terminado su mandato, dieron lugar a nuevos juicios por corrupción que se siguen substanciando a la fecha.
FIN DEL BOLETÍN Nro 160.-
[1] Néstor P. Sagues: “La Constitución Nacional” página 21. Ed Astrea, Bs As 1995.
[2] Sociólogo francés miembro o fundador de varios institutos sociales de investigación. Estudió y escribió sobre una importante cantidad de movimientos sociales de latino América donde es muy reconocido.
[3] El dinero entregado a su provincia, incrementado por el asesoramiento del Ministro de economía de la Nación Cavallo, superó los mil millones de dólares y aún hoy, son fuente de una fuerte polémica e intentos de enjuiciamiento al ex gobernador, debido a que no se puede conocer con certeza el destino de esos fondos.
[4] Con Gran Bretaña realizo los “Acuerdos de Madrid” el 17 de octubre de 1989 y el 15 de febrero de 1990, y el “Acuerdo de Londres” el 17 de diciembre de 1992.
Temas desarrollados
Antecedentes sobre la modificación de la Constitución para obtener el 2do mandato.
El camino al pacto:
El acuerdo “de Olivos” y el posterior acuerdo complementario “de la Rosada”:
La ley 24.309. Cuestionamientos a su constitucionalidad.
Consideraciones acerca del “Pacto de Olivos”.
Menem logró su reelección.
Consideraciones generales (sobre ambos períodos de gobierno del Dr Menem)
REFLEXION
Antecedentes sobre la modificación de la Constitución para obtener el 2do mandato.
Aprovechando la popularidad alcanzada por el Dr. Alfonsin por ser el primer presidente constitucional al volver a la democracia y también por su política de DDHH (mediante una gran campaña de acción psicológica nacional e internacional), en 1986 se gestó una corriente de opinión que se denominó “Tercer Movimiento Histórico” (Irigoyen – Perón – Alfonsín) que tenía como finalidad la perpetuación en el poder de Alfonsín para lo cual era necesaria una reforma constitucional, ya que el texto vigente le vedaba esa posibilidad. Previamente y con objetivo similar se había dictado el Decreto 2446/85 que creó un organismo denominado Consejo para la Consolidación de la Democracia. Este Consejo elaboró un dictamen en 1986 y luego otro en 1987, en los cuales se abogaba por la reelección presidencial. La hiperinflación, con sus consecuencias económico-sociales terminó con las aspiraciones reeleccionistas y el proyecto se abandonó.
El camino al pacto:
El Dr. Menem, que había asumido en 1989, para el año 1993 había logrado contener la hiperinflación. Con el prestigio y confianza obtenidos ante la población por ese hecho, intentó a su vez lograr la reelección presidencial vía reforma constitucional. En 1991 la UCR estaba en pleno retroceso y en las elecciones legislativas de ese año sólo alcanzó el 29% de los votos. Alfonsín tuvo que renunciar a la presidencia del Comité Nacional siendo reemplazado por Mario Losada. Ese partido, en su carácter de oposición, y cambiando su postura anterior, se oponía a apoyar la modificación constitucional para aprobar la reelección presidencial en el Congreso Nacional (para lograr la declaración de la “necesidad de la reforma” se necesita los 2/3 de los votos de ambas cámaras legislativas, votos que en ese momento el Partido Justicialista (PJ) no alcanzaba).
Menem inició entonces una campaña destinada a lograr esa reforma constitucional necesaria para cumplir con su objetivo. Obtuvo progresivamente el apoyo de los gobernadores radicales Eduardo Angeloz (Córdoba) Carlos Maestro (Chubut) y Horacio Massaccesi (Río Negro) y algunos diputados de la UCR. Sin embargo continuaba la oposición del propio Alfonsín junto a De la Rúa, Federico Storani y otros legisladores. El 8 de julio de 1993, el representante por la Unión del Centro Democrático (UCEDE) aliada del PJ, Dr. Durañona y Vedia, presentó un proyecto reformista en el Senado que alcanzó los votos necesarios. En la Cámara de Diputados no alcanzó los 2/3 constitucionales para su aprobación. Menem entonces dictó el Decreto 2181/93 (21 Oct), por el cual se llamaba a una “consulta popular, voluntaria y no vinculante, sobre la necesidad de la reforma”, a realizarse un mes después.
El 12 de noviembre se reunió la Convención Nacional del Radicalismo en el Parque Norte, en donde se debía elegir presidente del Comité Nacional, cargo que Alfonsín disputaba con Storani y De la Rúa, decidiendo la misma y con el apoyo de 64 delegados que Alfonsín volviera a la titularidad.
El acuerdo “de Olivos” y el posterior acuerdo complementario “de la Rosada”:
En tanto el dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia y el peronista Luis Barrionuevo iniciaron los primeros pasos para facilitar el acercamiento. El 4 de noviembre de ese año, en forma secreta se reunieron en el departamento del Canciller Dante Caputo, Alfonsín (acompañado por Nosiglia y Mario Losada) y Menem que concurrió con Eduardo Duhalde, Luis Barrionuevo y Eduardo Bauzá. De esta forma se iniciaron las tratativas de la tan discutida reforma. 10 días después, Menem y Alfonsín, cerraron el acuerdo que se conoció como “pacto de Olivos”. Posteriormente el Dr. Alberto García Lema por el PJ y Ricardo Gil Lavedra por la UCR le dieron el contenido jurídico. El 15 de noviembre, por Decreto 2339/93, se suspendió la consulta popular ya expresada.
El 13 de diciembre de 1983 Menem como presidente del PJ y Alfonsín como presidente del Comité Nacional del Radicalismo, suscribieron un acuerdo llamado “de la Rosada”, que complementaba el “pacto de Olivos” con el objeto de prever la modalidad de la Convención Constituyente.
El acuerdo de Olivos, base de la reforma, constaba de tres partes:
El núcleo de las coincidencias básicas.
Temas habilitados a debatir libremente en la Convención Constituyente
Modalidades e instrucciones del pacto
El núcleo de las “coincidencias básicas” desarrollaba las acciones a ejecutar y texto a consignar relacionados con los siguientes temas:
Atenuación del sistema presidencial.
Reducción del mandato de presidente y vicepresidente de la Nación a 4 años con reelección. inmediata por un solo período, considerando el actual mandato presidencial como un primer período.
Coincidentemente con el principio de libertad de cultos se eliminará el requisito confesional para ser presidente de la Nación.
Elección directa por doble vuelta del presidente y vicepresidente.
La elección directa del intendente y la autonomía de la ciudad de Buenos Aires.
Regulación de la facultad de dictar decretos de “necesidad y urgencia” y procedimientos para agilización del trámite de discusión y sanción de las leyes.
Creación del Consejo de la Magistratura.
Designación de magistrados federales.
Remoción de magistrados federales.
Control de la Administración Pública.
Establecimiento de mayorías especiales para la sanción de leyes que modifiquen el régimen electoral y de los partidos políticos.
Intervención Federal.
La Ley 24.309 . Cuestionamientos a su constitucionalidad.
El texto del pacto de Olivos fue presentado al Congreso como proyecto legislativo y fue legalizado como Ley 24309 promulgada el 29 de diciembre de 1983 y publicada el 31 de diciembre en el BO. Su contenido fue reputado de inconstitucional por la mayoría de los más destacados tratadistas de derecho constitucional de entonces debido a que imponía a los constituyentes un paquete cerrado de reformas determinadas y no permitía que se efectuaran modificaciones a otros artículos o temas, bajo pena de nulidad (art. 6º). Entre estos juristas estaban: Linares Quintana, Aja Espil, Roberto Vanossi, Luis Alberto Spota, Gregorio Badeni, Miguel Padilla, Pedro Frías, Iván Cullen, Néstor Pedro Sagues: “Esta invasión del poder “pre constituyente” sobre el “poder constituyente” era la vulneración abierta de los precedentes constitucionales y sólo tenía por finalidad asegurar la reelección presidencial.” . Se habló entonces de la “Constitución prisionera” (Miguel Padilla) o la “Convención cerrojo” (Pedro Frías).
La convocatoria y sanción de la reforma.
La votación para elegir los constituyentes se hizo de acuerdo al Código Nacional Electoral. Del total de electores hábiles (21.644.991) votó el 77,52% para elegir 305 convencionales. Del resultado y por porcentaje correspondieron 134 al peronismo, 74 al radicalismo, 31 al Frente Grande, 21 al Movimiento por la Dignidad y la Independencia (MODIN), 7 a Fuerza Republicana, 3 al Partido Demócrata Progresista, otros 3 a la Unión de Centro Democrático (UCEDE) y 32 a partidos de distrito.[]
Entre los convencionales estaban: Elisa Carrió, Raúl Alfonsín, Álvaro Alsogaray, Carlos "Chacho" Álvarez, Carlos Auyero, Eduardo Barcesat, Rodolfo Barra, Antonio Berhongaray, Alfredo Bravo, Leopoldo Bravo, Oraldo Britos, Antonio Cafiero, Juan Pablo Cafiero, Carlos Corach, Adelina Dalesio de Viola, Jorge de la Rúa, Enrique de Vedia, Francisco Delich, Eduardo Duhalde, Cristina F. de Kirchner, Augusto José María Alasino, Graciela F. Meijide, María Cristina Guzmán, Aníbal Ibarra, César Jaroslavsky, Norberto Laporta, Juan C. Maqueda, Héctor Masnatta, Diago May Subiría, Eduardo Menem, Alberto Natale, Alicia Oliveira, Enrique Paixao, Alberto Piccinini, Adriana Puiggrós, Luis Rébora, Jorge Pedro Busti Carlos A. Reutemann, Aldo Rico, Jesús Rodríguez, Adolfo Rodríguez Saa, José Romero Feris, Horacio Rosatti, Elba Roulet, Fernando "Pino" Solanas, Héctor Tizón, Eugenio Zaffaroni, Néstor Carlos Kirchner y Mauro Aguirre.
Finalmente, luego de sesionar desde el 25 de mayo de 1994 en las ciudades de Paraná y Santa Fe (esta última sede tradicional de varias convenciones constituyentes) durante tres meses, terminaron por reformar 43 artículos. La reforma de la Constitución fue sancionada el 22 de agosto de ese año. La Constitución Nacional pasó de tener 110 artículos a 129 , además de crecer otros en extensión. Los nuevos Derechos y Garantías se transcribieron como la segunda parte y abarcaron desde los artículos 36 al 43.
La motivación que impulsó la reforma.
El Dr. Alberto Natale, prestigioso constitucionalista , ex diputado y constituyente, se expresó así respecto del Pacto de Olivos:
“La reelección presidencial fue históricamente una idea reñida con el constitucionalismo argentino. La Constitución de 1853 la excluyó expresamente, en función del rechazo causado por las sucesivas reelecciones de Juan Manuel de Rosas. El precepto que fijaba en 6 años la duración del período presidencial, admitía que el titular del PE, recién pudiera aspirar a una nueva presidencia después de pasado un lapso completo de 6 años de cumplida su primera gestión. Este principio fue adoptado por todas las provincias argentinas que sancionaron sus respectivas constituciones con relación a los gobernadores. En 1949 el general Perón impulsó una reforma para permitir su reelección, conseguida efectivamente en 1952. La Revolución que lo derrocó en 1955 convocó a una nueva Convención Constituyente en 1957, la que ratificó la derogación de la Constitución de 1949, restableciéndose el principio de no reelección […] La reforma constitucional de 1994 fue impulsada por objetivos muy precisos. Básicamente se quería la reelección presidencial…”
Consideraciones acerca del “Pacto de Olivos”.
a) En el mismo se observan políticamente dos objetivos cumplidos por los líderes que pactaron: Menem obtuvo la posibilidad de su reelección y Alfonsín logró imponer sus ideas tendientes a disminuir el poder del sistema presidencialista y al mismo tiempo sobrevivir políticamente luego del calamitoso final de su gobierno
b) Debido al descontento popular sobre el pacto de Olivos crecieron los simpatizantes del Frente Grande, que se ubicó tercero con 31 convencionales y el Modín (Movimiento por la Dignidad y la Independencia), que en las elecciones a legisladores de 1993 había logrado erigirse en la tercer fuerza política, quedó cuarto con 21 convencionales.
c) Las consecuencias negativas de este pacto afectaron en mayor medida a la UCR, hecho que se comprobó en las elecciones presidenciales de 1995 en las que obtuvo sólo el 17% de los sufragios y por primera vez pasó a ocupar el tercer puesto detrás del FREPASO (Frente País Solidario).
d) Las limitaciones - para muchos, anticonstitucionales - impuestas a los convencionales constituyentes sobre la base de los intereses de los dos partidos mayoritarios, que fueran aceptadas por la mayoría de sus integrantes, le restaron legitimidad al proceso de la reforma constitucional y provocaron, una vez más, la desconfianza de la opinión pública.
e) El mayor beneficiado fue Menem, que logró tener un segundo período presidencial no previsto antes en la Constitución Nacional.
Menem logró su reelección.
La Ley 24444 introdujo los cambios necesarios para modificar el Código Nacional Electoral y cumplir con “la Reforma Constitucional” (tema a tratar en el próximo boletín) a efectos de hacer la elección directa de presidente. Las elecciones se realizaron el 14 de mayo de 1995 resultando neto ganador el binomio Carlos S. Menem - Carlos Ruckauf del PJ (49,9%) sobre José Bordón – Carlos Álvarez de la coalición FREPASO (29,3%) y Horacio Masaccessi – Antonio M. Hernández de la UCR (17%).
Al respecto Alain Touraine escribía: “La reelección de Menem es el precio que pagó la población argentina por la estabilización económica”.
Como expresamos en el anterior boletín, durante la primera presidencia de Menem, los cambios estructurales realizados en el campo económico dieron lugar en la Administración Pública y en la empresa privada a un desempleo y subdesempleo notables; despidos; bajas de salarios; etc. La política de los sindicatos fue más bien de negociación, defensiva y de resultados limitados. Flexibilizando sus posiciones en sus relaciones laborales pudo mantener su influencia en las áreas de las empresas sindicales, obras sociales, mediante el financiamiento de sus estructuras administrativas (burocracia sindical) y ofrecer incentivos selectivos a sus afiliados. La pertinaz oposición de los sectores gremiales que hubo durante el gobierno radical, dio paso a tibias quejas superficiales y acuerdos subterráneos.
Las organizaciones empresariales, en general, estuvieron de acuerdo con las medidas económicas, teniendo el gobierno de Menem mayor campo de maniobra porque más allá de su estilo personal, el presidente representaba la tan ansiada apertura económica.
Una característica de ese gobierno, desde un principio, fue que desarmó la estructura de controles que el Estado había desplegado para proteger a los ciudadanos del mal uso de los bienes y recursos por parte de los funcionarios . Desde la ampliación de la Corte Suprema de 5 a 9 miembros colocando aquéllos que le fueran leales a sus necesidades políticas, hasta las remociones del Procurador General, Procurador del Tesoro, del Inspector General de justicia , del personal de la Fiscalía de investigaciones Administrativas y la modificación del Tribunal de Cuentas, fueron todas acciones planeadas en ese sentido. El dominio de estas instituciones de control, y el nombramiento de nuevos jueces federales que le eran “obedientes” a las sugerencias y necesidades del gobierno, como lo fueron antes con los gobernantes de facto, le permitieron a Menem sortear todos los límites para afirmarse en el poder político y económico sin mayores contratiempos legales.
Muchos de sus principales colaboradores participaron o estuvieron sospechados de negociados que tiñeron de dudas y desprestigiaron este segundo mandato, alguna de cuyas medidas económicas fueron muy discutidas, y hoy lamentadas. La más desacertada acción de gobierno fue privatizar YPF, la empresa petrolera más importante de Sudamérica, debido a su mala administración ( En manos privadas, de 55.000 empleados, pasó a administrarse con 5.000). No cuestionamos la privatización en sí misma, sino la falta de controles del Estado sobre un recurso estratégico no renovable, que debiera conducir indistintamente, sea estatal o privado. En esta privatización tuvo importante ingerencia el futuro presidente Kirchner – a la sazón gobernador de Santa Cruz - por las ventajas que se establecían para su provincia por las regalías petroleras.
El país profundizó su crisis de endeudamiento externo. En conjunto, la deuda externa argentina se disparó en la década del 90. Frente a los poco más de 60.000 millones de dólares con los que inició su gestión el gobierno de Menem, en 1998, ascendía a 144.197 millones de dólares, de los cuales 23.607 millones correspondían a deudas de bancos locales con el exterior y 81.011 millones a la deuda pública asumida y/o contratada por le Estado nacional, mientras que el resto son los 40.000 millones de dólares de los privados no financieros. El fuerte incremento de la deuda no sólo se puede constatar al efectuar la comparación de los totales entre finales de una década y otra sino, y principalmente, por la relación entre su ritmo de aumento y el promedio de crecimiento de la economía y la exportación. Debe considerarse además que, según expresaba el gobierno, lo recaudado por la venta de los activos nacionales de muy alto valor, eran para ir pagando la deuda externa.
También debe recordarse que la “idea fija” de Menem de tener un tercer período de gobierno ya comenzó a ponerse en evidencia por distintos medios y argumentos y fue la causante del crecimiento del gasto público y consecuente mayor endeudamiento para hacer frente a sus necesidades, que provocó una repulsa a su gestión.
En las elecciones a presidente de 1999 ganó la “Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación” (compuesta por varios partidos pequeños y 2 mayoritarios: la UCR y el FREPASO) con la fórmula Fernando de la Rúa - Carlos Álvarez (48,5%) de los votos. quedando 2do, el PJ con Eduardo Duhalde-Ramón Ortega (38,09) de los votos.
El 10 de diciembre Carlos Saúl Menem entregó su gobierno y fue elegido presidente del Partido Justicialista hasta el año 2003.
Consideraciones generales (sobre ambos períodos de gobierno del Dr Menem)
Menem fue un gobernante atípico dentro del PJ, que fabricó una imagen caudillesca, nacionalista y popular que luego, merced a su pragmatismo, fue mutando por otra más moderna con la adopción de medidas acordes con los nuevos vientos que soplaban en el mundo.
Dotado de un lenguaje sencillo, simpatía, una personalidad magnética y capacidad para elegir a sus colaboradores, logró estabilizar la economía mediante el freno total de la inflación – cáncer argentino desde muchos años atrás – durante sus mandatos.
Cambió el sistema financiero fijando la paridad del peso argentino con el dólar con lo que generó un clima de tranquilidad económica al detener la inflación que resultó un aumento del nivel de vida de la población en general, parte de la cual inició un importante turismo hacia el exterior.
Esa política del “1 a 1” perjudicó a ciertos exportadores y distintas “PYMES” que no decidieron modernizarse y mejorar su competitividad, teniendo que cerrar sus negocios.
También reapareció el crédito para individuos y empresas lo que tuvo una gran repercusión económico-social beneficiando a la población.
Por otro lado, su política de desestatización de empresas y servicios públicos e incluso de la industria pesada para la Defensa Nacional ocasionó una importante desocupación.
Desde el inicio se mostró con interés de lograr la pacificación nacional (indultos) aunque las leyes relacionadas con el tratamiento de las víctimas de la guerra interna – siguiendo el mismo pensamiento de los demás partido políticos – no fueron equitativas. (Ej. destinó hasta la suma de $ 4.000 millones - equivalentes a dólares - en concepto de resarcimiento por desapariciones forzadas de personas a los que se agregó los terroristas abatidos, sin ponderar la causa de tales hechos criminales. Tales subsidios no fueron otorgados a las víctimas del terrorismo subversivo).
No obstante lo expresado impuso un clima de libertad y concordia que hacía mucho no se vivía en el país.
Modificó de cuajo la política internacional sacando nuestro país del “bloque de los no alineados” o del “Tercer Mundo” y alineándose con la primera potencia mundial : EEUU. También firmó tratados con Gran Bretaña que favorecieron a esta última en el dominio aéreo y marítimo del Atlántico Sur. También firmó el tratado de No Proliferación de Armas nucleares el 15 Sep 95.
Concretó la creación del Mercosur mediante el “Acta de Asunción” del 26 de marzo de 1991, que permitió quintuplicar el comercio argentino con Brasil.
Su relación con las FFAA tuvo la particularidad de mostrarse en lo formal amigable, pero nefasto en la aplicación de la política de Defensa Nacional, que llevó a la destrucción de la industria militar y la paralización de la investigación y desarrollo, incluso en el área de energía atómica. Con la anulación de la ley de servicio militar (actitud acompañada por los otros partidos políticos) condenó al país a no tener reservas y a llevar a la más mínima expresión la capacidad de movilización y logística. Las consecuencias de esta medida fue. además la pérdida de control y mejora sobre los grupos sociales de bajo nivel económico, con dificultades para acceder a la educación primaria y niveles sanitarios adecuados, además de perderse la oportunidad de socializar a una clase de jóvenes conscriptos mediante la convivencia de distintos grupos socio-económicos que les permitía integrarse, aprender, ser y sentirse "ciudadanos".
Incrementó notablemente la deuda externa a la que se le adosó la de los bancos y empresarios privados que pasaron a formar parte del mayor problema público de los argentinos.
Fue el primer presidente que se desprendió espontáneamente de los medios de comunicación social mediante privatizaciones que produjeron una libertad de prensa desconocida hasta ese momento.
Con respecto a su relación con el Poder Judicial fue un evidente dominio, ya que la Corte Suprema de Justicia de la Nación era adicta al PE y además controlaba a un importante número de jueces federales, y a los debían supervisar los resortes de su gestión, razón por la cual una interminable lista de irregularidades y delitos de orden económico quedaron impunes en aquel momento y, una vez terminado su mandato, dieron lugar a nuevos juicios por corrupción que se siguen substanciando a la fecha.
FIN DEL BOLETÍN Nro 160.-
[1] Néstor P. Sagues: “La Constitución Nacional” página 21. Ed Astrea, Bs As 1995.
[2] Sociólogo francés miembro o fundador de varios institutos sociales de investigación. Estudió y escribió sobre una importante cantidad de movimientos sociales de latino América donde es muy reconocido.
[3] El dinero entregado a su provincia, incrementado por el asesoramiento del Ministro de economía de la Nación Cavallo, superó los mil millones de dólares y aún hoy, son fuente de una fuerte polémica e intentos de enjuiciamiento al ex gobernador, debido a que no se puede conocer con certeza el destino de esos fondos.
[4] Con Gran Bretaña realizo los “Acuerdos de Madrid” el 17 de octubre de 1989 y el 15 de febrero de 1990, y el “Acuerdo de Londres” el 17 de diciembre de 1992.